La psico-motricidad es un concepto
acuñado por el pedagogo francés, Bernard Aucouturier, y hace referencia a la
capacidad de todo sujeto de regular y saber realizar cualquier actividad
motora. Ahora bien, tiene indicadores evolutivos musculares, posturales, del
tamaño, peso corporal y del sistema nervioso central. Además, con base
en Martínez Domínguez (2013), esta facultad tiene dos componentes que
determinan el desarrollo de ésta. El primero es el externo o la adquisición de
praxias, es decir los movimientos motores aprendidos como escribir, vestirse,
amarrarse los cordones, etc. y el interno o simbólico que alude a las
representaciones cognitivas del cuerpo y la posibilidad de llevar a cabo la
acción.
Entonces, la psico-motricidad es "la facultad que permite, facilita y potencia el desarrollo perfectivo físico, psíquico y social del niño a través del movimiento" (Martínez Domínguez, 2013. P, 25). Necesita de la mielinización cerebral, y para eso se requiere de una alimentación rica en hierro, ejercicios de estimulación cognitiva y motora.
Factores del dominio psicomotor
Con base en Martínez Domínguez (2013),
existen 7 factores psicomotores que permiten que el niño y la niña desplacen su
cuerpo en el entorno de manera adaptativa y funcional. Éstos son la
independencia psicomotriz, coordinación, el tono, control respiratorio, equilibrio
y la estructuración del espacio y tiempo.
- Independencia psicomotriz: se habla de independencia psicomotriz cuando el niño o la niña han sido capaces de manipular alguna parte de su cuerpo y mantener quieta las demás. Por ejemplo, al escribir con una mano, el otro brazo debe quedarse tranquilo.
- Coordinación: se habla de coordinación cuando un(a) niño(a) consigue realizar, secuencialmente, una serie de movimientos complejos que impliquen varias partes del cuerpo y de manera funcional.
- El tono: hace referencia a la tensión muscular (tono muscular) que ayuda en el proceso de desarrollar un adecuado tono postural para realizar procesos psicomotores. Además, implica atención y una adecuada autoregulación emocional.
- Control Respiratorio: es necesario para llevar a cabo una serie de procesos de manera adaptativa, como lo es el habla. También se requiere de control atencional, de las emociones y conocimiento del ritmo respiratorio y la profundidad de éste, con el fin de dominar este factor.
- Equilibrio: se desarrolla gracias al al tono muscular y la coordinación, y a nivel neurológico por la madurez del cerebelo.
- Estructuración del espacio: es el proceso mediante el cual el niño y la niña aprenden los conceptos "arriba y abajo", izquierda y derecha" y "delante y atrás". Éste se aprende a través de la acción o interacción del sujeto con el entorno, mediante el cual interioriza que su esquema corporal se desplaza mediante diferentes planos o direcciones.
- Estructuración del tiempo: consiste en el orden y duración que tiene una actividad motora, sin embargo estas nociones temporales son más difíciles de interiorizar debido a que la percepción del tiempo es más difícil de notar que la espacial.
Tipos de psicomotricidad
- Psicomotricidad fina: hace referencia a la capacidad del niño y la niña de realizar operaciones motoras con los dedos y coordinados con los ojos. Por ejemplo: la escritura, puesto que este ejercicio requiere de fuerza en las manos y además de percepción visual del movimiento y la dirección para ir añadiendo más palabras en la hoja y que encaje el tamaño de la letra con el renglón y los márgenes.
- Psicomotricidad gruesa: consiste en realizar actividades motoras con todas las partes del cuerpo y que requieren de mayor esfuerzo muscular, equilibrio, control postural, dominio del espacio y tiempo, ect. Por ejemplo: caminar y correr.
Bibliografía
- Martínez Domínguez, D. (2013). Psicomotricidad e intervención educativa, Madrid, España, Ediciones Pirámide.
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