A nivel escolar muchos(as) niños(as)
presentan problemas específicos en diversas áreas del aprendizaje. Éstos
dificultan, significativamente, su desarrollo personal y escolar, con lo cual
tienden a repetir grados y, además, se frustran bastante y porque se sienten
diferentes. Por otro lado, pueden ser víctimas de discriminación por parte de
sus compañeros, docentes y familiares.
Ahora bien, estas dificultades se
conocen como trastornos específicos del aprendizaje. Llegado a este punto,
éstos son de inicio precoz y tienen una etiología multifactorial, ya sea por
daños neurológicos, aspectos genéticos, poca o nula estimulación en áreas como
el lenguaje, habla, lectura, cálculo, etc. durante su desarrollo.
Por otro lado, Aguilera y colaboradores (2004) citan la Canadian Association for children and adults with Learning disabilities (1981), quienes ofrecen la siguiente definición (p, 54):
«Dificultades de Aprendizaje es un
término genérico que se refiere a un grupo heterogéneo de desórdenes debido a
una identificable o supuesta disfunción del sistema nervioso central. Tales
desórdenes se pueden manifestar por demora en el desarrollo temprano y/o
dificultades en alguna de las áreas siguientes: atención, memoria,
razonamiento, coordinación, comunicación, lectura, escritura, deletreo, cálculo,
competencia social y maduración emocional. Las DA son intrínsecas al individuo,
y pueden afectar al aprendizaje y conducta en cualquier individuo, incluyendo a
aquellos con potencialidad media, con inteligencia media, con inteligencia
media o superior a la media. Las DA no son debidas principalmente a hándicaps
visual, auditivo o motor, retraso motor, perturbación emocional, o desventaja
ambiental, aunque puedan ocurrir al mismo tiempo con alguna de éstas. Las DA se
pueden derivar de variaciones genéticas, factores bioquímicos, situaciones en
el periodo pre o perinatal, o algunos otros sucesos posteriores que originan
daños neurológicos». (En Wiener y Siegel, 1992, p. 342).
Área de Wernicke
El área de Wernicke es una zona del
lóbulo temporal izquierdo, descubierta por Karl Wernicke en 1876 y se encarga
de decodificar o descifrar la palabra hablada. "Se le considera el centro
más importante de la comprensión del lenguaje hablado" (Fajardo &
Moja, 1999, P. 69).
Área de Broca
Es una zona del lóbulo frontal
izquierdo, encargada de "coordinar y secuenciar los movimientos ejecutores
del habla" (Fajardo & Moja, 1999, P. 70), y por lo tanto de la
producción del lenguaje hablado. Fue descubierta por Paul Broca en 1864.
Área inferior de Luria
Es una estructura del lóbulo parietal,
descubierta por Alexander Luria. Funciona junto con el área de Broca,
interviendo en la "formación de imágenes verbo-motrices, en la
coordinación de los movimientos y en la recepción de la información de las
distintas partes del sistema fono-articulatorio" (Fajardo & Moja,
1999, P. 70). De hecho, participa "en todo tipo de praxias del lenguaje
hablado" (Fajardo & Moja, 1999, P. 70).
Área superior de Luria
Es una estructura del lóbulo parietal,
también descubierta por Alexander Luria y tiene una función esencial "en
las praxias manudigitales, así como en las expresiones no verbales del cuerpo
que acompañan a todo el lenguaje hablado" (Fajardo & Moja, 1999,
P. 69). "Tiene un papel relevante en el proceso de la escritura"
(Fajardo & Moja, 1999, P. 69).
Área de Exner
Es una zona del lóbulo frontal,
descubierta por Siegmund Exner. Funciona junto con el área superior de
Luria, coordinando "los movimientos de las manos y los dedos, y se
encarga del control de la escritura" (Fajardo & Moja, 1999, P.
69).
Área de Dejérine
Es una estructura del
parieto-temporo-occipital, descubierta por Joseph Jules Dejérine y es
considerada como "el centro de la lecto-escritura" (Fajardo &
Moja, 1999, P. 70). Es la zona encargada "de la integración simbólica que
se presenta en la lectura" (Fajardo & Moja, 1999, P. 70). Por otro
lado, "integra e interpreta los estímulos visuales necesarios para la
comprensión y producción de un texto escrito" (Fajardo & Moja, 1999,
P. 70).
Trastornos específicos del aprendizaje
Disfasia: "Es un trastorno primario que no se debe
a otros problemas como deficiencia mental, alteración emocional, deprivación
ambiental, problemas motores o deficiencia
auditiva" (Portellano, 2007. P, 112) y "es específica de la
adquisición normal del lenguaje comprensivo y/o expresivo en la infancia, sin
que estén afectadas las restantes funciones cognitivas" (Portellano,
2007. P, 112).
Afasia: "es un trastorno causado por lesión cerebral que afecta al procesamiento simbólico del lenguaje y se caracteriza por la presencia en grado variable de trastornos de comprensión, expresión, denominación, fluidez y repetición" (Portellano, 2005, p, 214).
Afasia: "es un trastorno causado por lesión cerebral que afecta al procesamiento simbólico del lenguaje y se caracteriza por la presencia en grado variable de trastornos de comprensión, expresión, denominación, fluidez y repetición" (Portellano, 2005, p, 214).
Disartria: "es un trastorno que impide la correcta
articulación de las palabras, como consecuencia de lesiones en el sistema
nervioso central, los nervios periféricos o la
musculatura bucofonatoria" (Portellano, 2007. P, 116).
Dislalia: es un trastorno de la articulación de las palabras causado por alteraciones en las áreas periféricas del lenguaje. En ocasiones sus síntomas se pueden confundir con los de la disartria, aunque su diferencia estriba en que en las dislalias no existe un trastorno explícito en el sistema nervioso (Portellano, 2007. P, 115).
Disfemia: consiste en una alteración del ritmo de la
emisión oral que altera la fluidez del habla, volviéndose entrecortada,
interrumpida, repetitiva o vacilante. El bloqueo en la emisión de palabras se
debe a un espasmo o contractura de los músculos de la cara y del cuello que
participan en la fonación, lo que impide la expresión fluida del discurso
(Portellano, 2007. P, 114).
Disgrafía: "es un trastorno de tipo funcional (...) que afecta a la calidad de la escritura del sujeto, al trazado o a la grafía" (Martín Domínguez, 2013. P. 173). Constituye irregularidades en la escritura que afectan a la transformación de los fonemas sonidos en unidades gráficas (palabras, frases), calidad del trazo (excesiva presión, lentitud, etc.) y la actitud de la conducta escribana (forma de coger el lápiz, postura de la mano y brazo, distancia de la cabeza al cuaderno, etc.) (Martín Domínguez, 2013. P. 174).
Agrafía: es "la dificultad adquirida para la escritura o para el deletreo de palabras, que frecuentemente se asocia a afasia y alexia" (Portellano, 2005, p, 222).
Disortografía: "se puede definir como el conjunto de errores de la escritura que afectan a la palabra y no a su trazado o grafía" (García Vidal, 1989, P. 227; Martín Domínguez, 2013. P. 178). Generalmente, "incluye solamente errores en la escritura, sin necesidad de que tales errores se den también en la lectura, aunque suelen presentarse frecuentemente" (Martín Domínguez, 2013. P. 178).
Dislexia: "es una dificultad específica del aprendizaje de la lectura que se manifiesta con mayor intensidad durante la etapa escolar. Es el trastorno neuropsicológico más frecuente en población infantil, (...), con una prevalencia que oscila entre el 5% y el 15%" (Portellano, 2007. P, 121).
Alexia: es una "alteración en la comprensión del lenguaje escrito causada por daño cerebral adquirido, siendo un síntoma frecuentemente asociado a los cuadros afásicos" (Portellano, 2005, p, 220).
Discalculia: es un trastorno (...) de las capacidades matemáticas que tiene un origen biológico, ya sea genético o adquirido, como consecuencia de alguna disfunción cerebral. Dicho trastorno afecta a las áreas cerebrales que son el sustrato neurobiológico de las capacidades matemáticas, impidiendo la realización de cálculo, sin que exista alteración en las restantes funciones cognitivas (Portellano, 2007. P, 137).
Acalculia: "es un trastorno adquirido de la capacidad computacional, normalmente asociado a alexia y agrafía para los números, estando alterada tanto la capacidad para el cálculo escrito como para el cálculo oral" (Portellano, 2005, p, 224).
Dispraxia: "alteraciones en la estructuración espacio-temporal y en la integración del esquema corporal que tienen como resultado dificultades para reproducir modelos en los que se suponen relaciones espaciales (por ejemplo, representación de la figura humana)" (Ajuriaguerra y Marcelli [1987], citados por Cobos [1995, p. 66]; Martín Domínguez, 2013. P. 160).
Apraxia: se define como una "incapacidad para la ejecución de actos motores previamente aprendidos, en ausencia de parálisis, trastorno sensorial o ataxia, con buena comprensión, colaboración y atención del sujeto" (Portellano, 2005, p, 265).
Bibliografía
- Aguilera, A. (2004). Introducción a las Dificultades del Aprendizaje, Madrid, España, Editorial MC Graw Hill.
- Fajardo, L & Moya, C. (1999). Fundamentos neuropsicológicos del lenguaje, Salamanca, España, Ediciones Salamanca.
- Martínez Domínguez, D. (2013). Psicomotricidad e intervención educativa, Madrid, España, Ediciones Pirámide.
- Monge, S. (2009). Los lóbulos del cerebro y sus funciones. Neuromarca. Recuperado de: https://es.m.wikipedia.org/wiki/Archivo:Lobes_of_the_brain_NL.svg. (De aquí se extrajo una imagen y se modificó)
- Portellano, J.A. (2007). Neuropsicología Infantil, Madrid, España, Editorial Síntesis.
- Portellano, J.A. (2005). Introducción a la neuropsicología, Madrid, España, Editorial Mc Graw Hill.
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