Depresión: ¿Qué hacer y qué no hacer?

La depresión es un trastorno del estado de ánimo que se caracteriza por una reducción de la dopamina en el cerebro. Esto quiere decir que las personas pierden placer o interés en cosas que antes les eran agradables, las cuales algunas son:

• Escuchar música
• Salir con amigos/as
• Gusto por la comida
• Relaciones sexuales
• Y otras más

Para superar una depresión se pueden llevar a cabo estrategias como las siguientes:

• Realizar ejercicio físico por lo menos 15 minutos al día.
• Alimentarse bien e intentar comer las cosas que se necesiten, no más de 3 comidas al día, aunque en momentos no sienta que tenga hambreo quiera consumir más.
• Hablar con alguien de confianza para que se pueda expresar, se sienta escuchado/a, no juzgado/a o criticado/a.
• No quedarse tanto tiempo en cama porque no tendrá sueño en la noche.
• Tratar de no quedarse pensando en cosas negativas.
• Verificar cuáles son los problemas que se tienen, qué los provocan y cómo solucionarlos, pero trate de no quedarse pensando en ellos.

La depresión muchas veces no es fácil de superar, no sólo porque haya alteraciones químicas en el cerebro, sino porque es necesario que el entorno de la persona sepa cómo hablarle a alguien que se encuentra con reducciones en el estado de ánimo. Adicionalmente, estos pacientes pueden presentar 2 factores psicológicos que agravan el problema, los cuales se conocen como los autoesquemas negativos y sesgos cognitivos. 

Los autoesquemas son creencias que determinan la percepción sí mismo/a y del mundo. Por ejemplo: una persona que crea que "no sirve para nada" o "que es débil" puede desarrollar consideraciones no saludables, como baja autoeficacia, que el mundo es un lugar peligroso, que debe protegerse (sin razón verificable), etc. Y los sesgos cognitivos consisten en reducir las cosas positivas e incrementar las negativas. Los cuales se observan cuando los pacientes expresan cosas como: Si otros no están, "yo no puedo hacer las cosas bien" o a mí me va bien "sólo por suerte", "no porque yo sea capaz".

Una técnica que se usa mucho en terapia es lo que se conoce como técnica del terreno neutro. Esto significa que si la persona se encuentra muy mal, comienza a llorar, expresar cosas negativas o incluso ponerse agresiva, lo mejor que se puede hacer es dejar el tema que le ha puesto en ese estado y hablar de algo que sea diferente, por lo cual es importante que cada quien tenga tópicos distintos de conversación que le puedan parecer agradables. En otros casos, con esta técnica también sirve comentar experiencias que nos hayan hecho sentir mal. Por otro lado, si el sujeto está pidiendo un consejo se le dice, pero no caer en el error de dárselo sin que lo esté solicitando. 

Ahora bien, los temas que pueden hablar pueden ser de diferentes categorías, tales como el cine, literatura, una obra en particular, pinturas, ejercicio físico (rutinas), música, etc. Por su puesto, esto debe ser controlado en que es sólo para que la persona no se ponga peor. Si se observa que se puede seguir tocando el tema que se debe tratar se hace.